martes, 24 de julio de 2012

El verano y los alimentos: ¡precaución!

Estamos en pleno verano, y con el calor, conviene extremar las precauciones a la hora de cocinar y manipular alimentos en casa. Desde la Taberna la Bola queremos compartir con vosotros unos consejos que ha publicado la Junta de Castilla y León, muy útiles y esenciales para el día a día. ¡Que un mal bocado no te estropee las vacaciones!




La compra

Las carnes, los pescados y los productos de repostería deben estar refrigerados o congelados.

Rechazar los huevos que no estén etiquetados y los que no lleven fecha de consumo preferente, así como los que estén rotos o sucios.

En bares, cafeterías y restaurantes, evitar alimentos elaborados que, precisando de refrigeración, estén expuestos a temperatura ambiente.

Almacenamiento

Carnes, pescados y mariscos se deben refrigerar lo antes posible tras la compra.

Evitar que carnes y pescados escurran sobre otros alimentos que vayan a ser consumidos en crudo

Los huevos no hay que lavarlos, ya que la humedad favorece la penetración de la salmonella en su interior.
 Higiene personal  

Los niños han de lavarse las manos con agua caliente y jabón, sobre todo después de jugar con sus mascotas y siempre antes de comer.

Hay que comprobar que las superficies, recipientes y utensilios en contacto con los alimentos estén limpios antes y sobre todo, después de cada uso.
  Preparación de la comida

Se deben extremar las precauciones al preparar la comida: no se debe romper el huevo en el borde del mismo recipiente donde vaya a ser batido, sino emplear otro recipiente únicamente para esta operación.

No separar las claras de las yemas con la propia cáscara del huevo.

Cuajar bien las tortillas.

Para preservar o conservar la tortilla, no utilizar el mismo plato con el que la ha dado la vuelta.

Preparar las mayonesas con la máxima higiene.

Descongelar carne y pescados en recipientes cerrados en el frigorífico.

Cocinar suficientemente los mariscos adquiridos vivos.

Conservación de la comida, una vez preparada
 
No se deben poner en contacto los alimentos crudos con la comida preparada.

Hay que utilizar recipientes herméticos para guardar y mantener refrigera la comida.

Conservar en el frigorífico los alimentos cocinados y las sobras de comida hasta su próxima utilización.

Consumir o eliminar cualquier mayonesa o salsa casera tras su elaboración y, en el caso de que se trate de productos elaborados industrialmente, debe de mantenerse en el frigorífico una vez iniciado su consumo.

Conservar siempre en frío pasteles, natillas y salsas, consumiéndolas en las 24 horas siguientes a su elaboración.

En excursiones y salidas fuera de los domicilios, no hay que dejar nunca los alimentos preparados al sol o en el interior de los vehículos, sino en neveras portátiles.

Ser prudente a la hora de consumir alimentos: evitar comer huevos crudos o alimentos poco cocinados que contengan huevos crudos; no tomar carnes insuficientemente cocinadas, especialmente si son de ave; y no consumir leche cruda.

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