miércoles, 1 de junio de 2011

Remodelada Plaza de Isabel II y Solomillo "Real"

Las compras matutinas o el fin de la jornada laboral nos llevan hasta la Puerta del Sol, punto neurálgico por excelencia de Madrid capital y una de las localizaciones más candentes en estos momentos. El bullicio de la plaza nos invita a continuar nuestra ruta con destino a la Taberna La Bola por la tranquila calle peatonal que aparece a mano izquierda (desde el Kilómetro 0). Recorremos la Calle del Arenal para desembocar en una plaza emblemática de Madrid, recientemente remodelada y peatonalizada, que junto con la simultánea obra de Callao, deja patente esa sana insistencia por eliminar el tráfico del centro y hacer más transitables nuestras calles.


La Plaza de Isabel II (denominada popularmente como Plaza de la Ópera) es una plaza, como decimos, muy céntrica. Además de la calle Arenal, podemos acceder a ella por Arrieta, Campomanes, Carlos, Carlos III e Isabel II. La plaza fue hasta el siglo XVII un centro de recogida de aguas en Madrid (punto de reunión de aguadores) siendo igualmente un lavadero de la zona. Cuando se inició la construcción de la Plaza de Oriente, la fuente de los Caños del Peral quedó enterrada a diez metros de profundidad. En 1991fue localizada durante las obras de ampliación realizadas por Metro, siendo técnicamente imposible su integración en el andén.

La reina promovió hacia mitad del siglo XIX dicha ordenación urbanística del lugar en el contexto de las obras de construcción del Teatro Real, un edificio de estilo neoclásico que preside la cara occidental del recinto. Abrió sus puertas el 10 de octubre de 1850, coincidiendo con el cumpleaños de lsabel II. En el centro de la plaza, hay instalado un monumento escultórico dedicado a la reina, obra de José Piquer y Duart, en el que se representa a la soberana mirando hacia el Teatro Real. Un año después la estatua se desmontó del centro de la plaza y se colocó en el Teatro Real, pero en el año 1905 regresó a su hegemónica ubicación, donde hoy por hoy se mantiene.

Archivo:Madrid - Plaza de Isabel II - 20110418 172727.jpg
En la actualidad, la plaza luce orgullosa su amplitud y descongestión de viandantes, que la hacen perfecta para hacer un alto en el camino, descansar los pies y escuchar con detenimiento a nuestro estómago. Ya sólo queda subir por la calle Arrieta y entrar a mano derecha por la calle de la Bola para no demorar más el mejor momento del día y poder saciar nuestro apetito con un Solomillo a la plancha que nada tiene que envidiar al menú de la realeza borbónica.
                               

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